A los mismísimos pies del cerro de Guisando se encuentra la Bodega Bernabeleva, una de las más antiguas de la zona, que mantiene las viejas cepas originarias. Juan Díez Bulnes ha tomado el testigo de su bisabuelo, que adquirió la finca para cultivar vino en los años 20. Juan nos contó la historia familiar de los viñedos, la adquisición de los terrenos, esparcidos por diferentes parcelas, tantos años de una producción tan cuidada para acabar mezclada con otros vinos en una cooperativa, la irremediable partición familiar de la finca,...
Hasta que, por fin, a principios del 2000, después de un período de ensayo y tensión, arrancan con su propia bodega. Un camino q no ha sido fácil, sobre todo en su empeño por mantener la garnacha contra viento y marea. Nadie apostaba por ella. Pero Juan tuvo un feliz encuentro con el enólogo Raúl Pérez, quien fue a conocer la finca, la estudió y le dijo que no renunciase a este tipo de uva. Y no lo hizo. El resultado hoy es un producto reconocido, respetado y de producción natural.
Su enólogo Marc Isart y Juan Díez organizaron la primera cata vertical de la región, con todas sus añadas desde el 2007-2017.
Además de garnacha, cultivan albillo, moscatel y morenillo. Y un aceite q es la bomba!
¿No te da curiosidad ver cómo estará ya de crecida la lavanda entre los olivos?
LUGAR: San Martín de Valdeiglesias, suroeste de Madrid.
