
La pasión de Eva Miquel son las abejas. Un buen día Eva leyó un artículo del paisajista Javier Domínguez, donde planteaba la idea de proyectar plantas aromáticas entre hileras de olivos con fin de diversificar la producción, aumentar la proliferación de abejas (que buena falta hace), evitar la erosión del suelo, asentar CO2 y crear nuevos paisajes en La Alcarria, jugando con la lavanda, el romero y los olivos (una nueva Brihuega con su propio estilo). Y Eva, que tiene alma de constructora se puso manos a la obra, para poner en marcha el proyecto Olivares de Miel, en colaboración con el IMIDRA (Instituto Madrileño de Investigación y Desarrollo Rural, Agrario y Alimentario).
El proyecto apenas tiene tres años, está comenzando, y es uno de los pioneros a nivel internacional. La lavanda está brotando y ayer mientras me enseñaba el proyecto, vimos cómo muchas de las nuevas plantaciones no han sobrevivido a la falta de lluvia. Eva se agacha, las siente secas y se lamenta, pero lo buenísimo es que tiene el coraje de seguir adelante, porque sabe que es un gran proyecto, y q el campo no es nada previsible.
Eva es una persona cargada de ideas, de ganas de hacer cosas, y de compartirlas. Ha trabajado en mundos muy variopintos, pero hace tiempo que se dedica en cuerpo y alma a la explotación de cría de abeja autóctona. Tiene sus pequeñas granjas de abejas por el monte de La Alcarria. Y es coordinadora de la Fundación Amigos de Las Abejas.
¿No te da curiosidad ver cómo estará ya de crecida la lavanda entre los olivos?
LUGAR: Carabaña, en La Alcarria, sureste de Madrid.